Después
de un sueño profundo tras tan arduo día de pedaleo bajo la lluvia y frío, comenzábamos
el día lunes 7 de enero desayunando en el comedor del hostal, nuestra mesa
tenía vista a la bahía de Chaitén, la cual se encuentra completamente
colmada de cenizas y sedimentos del volcán arrastrados hasta allí por el río.
Nuestra mesa tenía pan, leche, queso, mantequilla, mermelada y café, se nos
hizo poco el desayuno y de eso se dio cuenta la señora del hostal quien se
apiadó de estos ciclistas que vio llegar entumidos y procedió a juntar los
"sobrantes" de otras mesas y nos los dio, empezaba bien el día, jeje
Afuera
estaba nublado, con viento y a ratos caían gotas de lluvia, nada muy
amenazante, pero la idea era ir a recorrer el sendero que lleva al mismo cráter
del volcán Chaitén, el cual aún se encuentra activo, tras pasar a la oficina de
información turística decidimos hacer dedo en la salida norte del pueblo, por casi
una hora estuvimos ahí sin éxito, ponderamos que ya se acercaba mediodía y el
clima podría estar peor mientras subíamos el sendero, así que decidimos ir a
buscar nuestras bicis que ya estaban listas con su carga y alforjas
para continuar pedaleando hacia el sur, eso fue lo que hicimos y no sin
antes abastecernos de algunos alimentos para el camino, ya que el próximo
pueblo con más provisiones sería La Junta.
- Ventisquero
Yelcho: el sendero hacia el ventisquero comienza a orilla de camino de la
ruta 7, en promedio son 2 horas de trekking hasta un mirador que te permite
contemplarlo muy bien, pero si eres más osado y te aventuras a avanzar entre
rocas y riachuelos que descienden, te puedes acercar hasta los mismos hielos,
es bien peligroso, según me cuentan los lugareños, varios visitantes confiados
han muerto aplastados por los macizos de hielo que se desprenden, con
precaución logré buenas fotos a los pies del ventisquero. Abajo existe un camping (si
se le puede llamar así) con lo ultra básico para hospedarte, lo administra un personaje que tiene más cuentos jaja, nosotros alojamos
ahí esa noche, ya eran 57kms desde que dejamos atrás Chaitén y lo que se venía
por delante era la famosa Cuesta Moraga, la cual atacaríamos al
siguiente día.
Día Martes 8 de febrero, desayuno, levantamos campamento, reviso facebook, hablo por
whatsapp (hay señal!) me voy a hacer el sendero del Ventisquero que les detallé
arriba, en el sendero te encuentras siempre con personas.
En todo
esto, ya me dio pasado las 13 horas, mi compañero se fue adelante con más de 1
hora de ventaja pues optó por no ir al ventisquero, emprendí la subida de la
cuesta Moraga, acá es pura mente, es muy psicológica pues serpentea mucho y
parece no acabar, son cerca de 9 kms de subida, el factor que se une a esta
travesía es el calor, y sofocante calor, no te ayuda en la subida así que debes
hidratarte bien, comienzan a ser parte de tu viaje también los molestos "Coliguachos", y los tábanos, uff...
Lo bueno
es que el viejo dicho "todo lo que sube tiene que bajar" lo compruebas
acá, la bajada es igualmente impresionante, fácilmente alcanzas velocidades
cercanas a los 70km/h hay que tener cuidado en las curvas, una caída a esa
velocidad en camino de ripio, acantilados y a cientos de kilómetros de un
hospital es cosa a considerar. Al final de la bajada te encuentras con el cruce
del camino que va hacia Palena y Futaleufú, acá se encuentra Villa Santa Lucía
(en honor a la señora dura para morir...), era una villa de uniformados del CMT (Cuerpo Militar del Trabajo) años atrás, hoy solo
una villa más a orilla de camino, acá busqué algún negocio abierto y me fue
mal, menos encontrar un restaurante, así que pasé a comer a una casa, le
ofrecí dinero y me prepararon huevos revueltos, pan con mantequilla y café. Mi
compañero había seguido avanzando, me dejó el recado que me esperaría a orilla
de camino más adelante, así que una vez que comí, seguí mi avance hacia el sur,
ya eran cerca de las 18hrs cuando dejaba atrás Villa Santa Lucía, me encaminaba
hacia el límite de la región de Los Lagos, pedaleando hacia el sur me encontré
con varios bikers que hacían cicloturismo, pero iban en dirección norte,
seguramente emprendieron la aventura desde el lado argentino, en Ushuaia, anima
encontrarse con gente que anda en la misma que tú, aunque sea un saludo al
pasar.
Tras un
par de horas de pedaleo, el sol comenzaba a esconderse tras las montañas, el
reloj marcaba las 20 hrs y continuaba con muy buen ritmo, incluso en las partes
de ripio suelto, sorteando calaminas, con tan buen ritmo iba avanzando que casi
ignoro un silbido de alguien que estaba en un paradero a orilla de camino, era mi partner que llevaba un buen rato esperándome. Ya era hora de parar y
buscar un lugar para acampar, estábamos a la entrada de Villa Vanguardia, un
pequeño conjunto de casas cercano a la Carretera Austral, ningún negocio para
comprar pan o víveres, tampoco ningún letrero de hostal ni sitios de camping,
de hecho casi no aparece en los mapas ruteros dicha localidad, cruzamos la villa, que era un
docena de casas y avanzamos por un camino interior buscando un lugar idóneo
para acampar a orilla de un enorme río, nos acompañaba media docena de perros
ovejeros, no encontramos el lugar señalado por un
lugareño, así que volvimos a la carretera, buscamos a orilla de camino un lugar
abierto, había mucho pasto y rodeado de un bosque, era el lugar perfecto para
acampar, ya no quedaba más luz de día, teníamos agua en nuestras caramayolas, así
que ahí nos quedamos.

- La Junta es un pueblo con mucho movimiento y población flotante, confluyen 3 ríos y 3 valles, aparte de la ganadería y madera, viven mucho del turismo, existen unas termas a 7 kms del pueblo, pero con los 31 grados que había a las 14hrs no nos resultaba atractivo ir a unas termas. La misión era encontrar un hostal disponible en un pueblo con tantos visitantes, después de un par de vueltas dimos con un hostal del promedio de este viaje: 10 mil pesos (US$20) por camas individuales, ducha con agua caliente, desayuno y acceso a wifi. Ese día aprovechamos de recorrer el pueblo, almorzamos un menú con harta carne y carbohidratos, harta cerveza también para aplacar el intenso calor.

- Puyuhuapi viene a ser un asentamiento
de colonos alemanes que el estado chileno subsidió para que se establecieran y
desarrollaran la economía de la zona además de colonos chilenos, es un pueblo
pintoresco y llegamos justo a la hora de almuerzo, por lo que aplicamos el
plato de la zona: Salmón a la plancha con ensaladas, exquisito! teníamos que
seguir avanzando eso sí, era temprano y quedaba día, habíamos avanzado 44kms
bien relajados. Saliendo de Puyuhuapi notamos algo que nos impresionó,
la atención del año 2012 de todo el país se centró en el movimiento social de
la región de Aysén, una paralización de faenas, de rutas, de puertos que tuvo
en ascuas al gobierno, bueno, lo que vimos fue la cara fea de la policía
chilena, un carro lanza aguas de Fuerzas Especiales de Carabineros, el famoso
"Guanaco" en medio de tanta belleza natural, de gente tan alejada del
egoísmo santiaguino y de los citadinos en general, ahí estaba ese carro
acorazado que lanza agua, en fin... había que continuar, a 5 kms al sur de
Puyuhuapi, bordeando el mar se encuentran las Termas Marinas, cruzando la Bahía
está el Resort exclusivo de las termas de Puyuhuapi, mucho más costosas, 2
alternativas para quien buscara termas, nosotros buscábamos el famoso
Ventisquero Colgante, ya estábamos pedaleando dentro del Parque Nacional
Queulat, el camino es muy ancho y de planicie prolongada, algo alejado del mar
y la bahía.



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Bloques de hielo flotando en laguna al final del sendero Bosque Encantado |
De vuelta al camino y a nuestras bicis, un tentempié y seguimos nuestro camino descendiendo la cuesta, hasta que llegamos a la bifurcación del camino que une Puerto Cisnes - Puerto Aysén y Coihayque, llegamos al tramo asfaltado más extenso de la Carretera Austral que llega hasta Villa Cerro Castillo, algo más de 230 kms, si bien es un alivio para los brazos y espalda el avanzar en asfalto, el camino es complicado y va en constante ascenso, bordeas el hermoso Río Cisnes, y y a pocos kms avanzados se pasa al lado de la inmensa Piedra Gato, es de lo más sorprendente ya que no dinamitaron este inmenso macizo rocoso, sino que hicieron un puente curvo bordeando la montaña, algo que nunca había visto!, ya atardecía y acá notamos vestigios de protestas a lo largo del camino, un par autos incendiados, consignas rayadas y el flujo vehicular es mayor, la meta de ese día era llegar a Villa Amengual, pero para lograrlo tuvimos que enfrentarnos a una cuesta no muy extensa pero muy pronunciada, fue muy agotador pero a la vez gratificante cuando llegamos casi al final de esta cuesta y nos instalamos en uno de los varios miradores habilitados a orilla de camino en la región de Aysén,

Hola, que linda experiencia has vivido.
ResponderEliminarCon respecto al avión del sector El Amarillo te cuento lo que se dice por la zona de cómo fue a para a ese campo. El avión cayó a tierra en un accidente y por aquellos años se intentó su traslado a la tira de bueyes hacia Chaiten, lo cual no fue posible por la complejidad de los caminos (los cuales eran huellas de penetración) por lo que se dejó en ese campo. La veracidad de la historia se podría poner en duda, ya que las alas del avión fueron abandonadas en el lugar del accidente (aparecieron muchos años después, cuando se realizaba la búsqueda de otro avión accidentado en la zona) lo cual no sería coherente con la teoría del traslado del avión, ya que las alas posiblemente deberían ser rescatadas en la misma maniobra, en fin, esta es una más de las numerosas historias, mitos y leyendas de la Patagonia.
Te dejo un link con un poco más de información con respecto al accidente del avión que viste en tu viaje.
http://www.rescate.com/testimonio.html
David, gracias por tu comentario y gran aporte!
EliminarLeí el link y se aproxima mucho a lo que me contó hace poco una chaitenina.
Saludos!
Con respecto a tu perspectiva de la Piedra El Gato te comento algunas curiosidades:
ResponderEliminar- Se llama así porque los colonos en sus viajes, para poder vadearla debían cruzar por un pequeño saliente a unos 20 metros de altura con respecto al río, por lo que había que ser un verdadero gato para afirmarse de la roca y no caer al río, existía otra ruta para pasar por sobre la roca, pero era notablemente más larga, ambas rutas eran transitadas solo por pilcheros (como casi la totalidad de las rutas de los colonos) ya que el camino no daba para carretas.
- Fue uno de los obstáculos más difíciles de sortear en la construcción de la primera etapa de la Carretera Austral, los primeros trabajos se realizaron en 1980 y se removieron casi 150.000m3 de roca, además de la muerte de 4 trabajadores y con un costo de la época de 2,5 millones de dólares. Se intentó realizar un semi-tunel aprovechando la cornisa natural de la roca, pero al estar terminada, la roca no aguanto y se derrumbó, con lo cual se debió ejecutar un corte abierto de unos 120m de altura y unos 200m de largo.
- El Viaducto por el cual pasaron se inauguró en 2010, entre 1981 y 2010 el transito fue por una angosta y tétrica cornisa a unos 20m de altura desde el río y por donde pasaba solamente un vehículo y desde la cual se veía el inmenso paredón de 120m de altura, del cual caen alunas cascadas, que cuando llueve intensamente caen sobre el vehículo y por el lado del rio al asomarte a la ventana podías ver las caudalosas aguas del Río Cisnes (seguro que no vieron el antiguo camino, debes acercarte al borde del puente hacia el lado del cerro y se ve la plataforma por donde circulaban los vehículos)
En resumen, si existió un corte en roca y fue bastante masivo, no es poco 150 mil metros cúbicos de roca en un tramo de 200m de largo.
Saludos y felicitaciones nuevamente por lo inmenso de su viaje.
Qué gran aporte tu respuesta respecto a la Piedra El Gato, no tenía idea, pero al verla imaginé algo como lo que contaste.
EliminarSaludos!