miércoles, 4 de septiembre de 2013

Primer tramo: Puerto Montt - Chaitén, días de lluvia y frío.




Es un viernes  4 de enero de 2013, dentro de todo el ajetreo y preocupación por dejar listos mis temas de trabajo para quien me reemplazaría, respiro con alivio porque en mi puesto ya cuento con el documento de vacaciones autorizadas por el gerente, y un pequeño bono del sindicato había sido depositado (pucha que ayudó más adelante).
El vuelo de Santiago - Puerto Montt es el mismo día viernes que salgo del trabajo, a las 21hrs, por lo cual marcho raudo desde la torre Entel (mi lugar de trabajo por ese entonces) hacia calle San Diego a buscar una parrilla nueva; sí, el último día buscando una parrilla debido a que la noche anterior, presentando las alforjas ya con carga, noto que tiene una tremenda fisura, más que mal, esa vieja parrilla me acompañó en el viaje de 2008 a Patagonia y a varios otros, con harto peso, el aluminio al final cede. Y no buscaba cualquier parrilla, era la oportunidad de encontrar la adecuada, una para bicicleta con freno de disco, ya que había adaptado la vieja parrilla con unas abrazaderas por un lado y fijadas a un hilo que poca seguridad me daba por el otro… menos mal se fisuró, así pude encontrar la parrilla adecuada que se sujetaba  al bloqueo, también encontré un collerín de sillín adaptado con hilo para la parte superior de la parrilla, esto porque el cuadro de mi bicicleta Lapierre no contaba con hilo para sujetar la parte superior de la parrilla, los planetas se alinearon definitivamente. Escribo esta anécdota para que se imaginen el susto que tenía al estar a horas de tomar el vuelo y no tener asegurada  quizás la parte fundamental de una aventura de cicloturismo; LA PARRILLA!
     OK, 19 horas, llegamos al aeropuerto, aplicamos checkin, desarme de las bicis y embalaje con el nylon y pulpo, aprovechando de adosar la carpa a cada bici, cuidamos que las patas de cambio no quedaran expuestas, las cubrimos con cartón y cinta de embalaje, se le quita presión a los neumáticos (te lo exigen) y junto a una de las alforjas, conforman tu equipaje que debe pesar los 23 kilos apróx, ésta alforja que se va en el maletero debe ir con todo elemento corto punzante, también latas de conservas si llevas. Arriba en el avión llevas el equipaje de mano, la  otra alforja llena de ropa, el saco de dormir, etc.
    Llegamos a Puerto Montt y tras descargar ambas bicis y una alforja, notamos que no viene mi otra alforja, llené un formulario, nuevamente se me venía la noche y pensaba en que mi viaje se me venía abajo, se había quedado en Santiago la otra alforja, llena de herramientas, la cocinilla… me estaban ofreciendo enviarla al sur por encomienda, pillarme en el camino jaja uff, me indigné con LAN, menos mal enviaron la alforja en el último vuelo que salía de Santiago a Puerto Montt, justo cuando terminábamos de montar todo el aparataje y armar las bicis, llega un funcionario de LAN corriendo con mi alforja en la mano… SALVACIÓN!

En el Aeropuerto Tepual de Puerto Montt nos dieron pasada la medianoche, así que a pedalear 18 kilómetros nocturnos con un clima ventilado, algo nuboso hasta la casa de un gran amigo que nos hospedó esa noche. Ahí comenzó el pedaleo, en el Aeropuerto Tepual, fue ideal para probar nuestras linternas de manubrio, casco y traseras, son esenciales para tu viaje, porque la oscuridad en noches nubladas es total!
Al otro día, buen desayuno, pasamos al Homecenter  a abastecernos de las últimas cosas y a las 14 horas ya estábamos por el sector de Pelluco, que es donde comienza la famosa Ruta 7, Carretera Austral… es el primer tramo que llega hasta Caleta La Arena, unos 46 kms al sur de exigencia leve a media, te vas acostumbrando a pedalear con peso y subir algunas cuestas pequeñas. Avanzados unos 30 kms en dirección sur se encuentra señalizado el acceso hacia el  Parque Nacional Alerce Andino, te desvías hacia el oriente 7 kms, no lo recorrí, nuestra meta ese primer día sábado 5 de enero era Hornopirén, había que alcanzar el ferry del otro día… Respecto al paisaje, vas bordeando la costa, ves el quieto mar a tu derecha, casitas de pescadores y gente que marisca, por el lado oriente, ves las imponentes y verdes montañas, a lo lejos, los volcanes tan típicos de la décima región; las montañas caen abruptas hasta el mar y la carretera se abre paso entre ellos.

Prácticamente todo este primer tramo es asfalto, llegamos a Caleta La Arena. Caleta La Arena; es aquí donde el corazón empieza a latir más fuerte, hasta un susto te recorre en el cuerpo al pensar lo que te espera más hacia el sur, te subes al primero de varios ferrys que te esperan, cruzando el Estuario de Reloncaví. Caleta La Arena es el primer hito en Carretera Austral, Caleta La Arena es testigo de que elegiste la aventura a la comodidad de irte por Argentina, Bariloche y aparecer por Futaleufú y, lo mejor de Caleta La Arena: las empanadas…


Cruzando este tramo en ferry puedes ver en su gran dimensión el Estuario de Reloncaví, esta tremenda entrada de mar en cuyas aguas desembocan los ríos Petrohué, Cochamó y Puelo, unos 45 minutos apróx, llegas al otro extremo: Caleta Puelche, luego a Contao, automáticamente disminuye el tráfico vehicular, el camino ya es de ripio, los rostros de la gente y su acento ya es diferente, a esta altura ya nos había dado las 6 de la tarde, aún quedaba luz de sol, pero por delante 55 kms de curvas, pendientes y camino de ripio hasta Hornopirén, alcanzaríamos?...
    Al avanzar por este tramo si vas por la Ruta 7 te alejas del mar, hay un camino costero que después se une a la Ruta 7, pero es más largo, y lo que menos nos quedaba ese primer día de pedaleo era tiempo y luz de día. Avanzando y pedaleando con muchas ganas y cansancio acumulado, ya a las 22 hrs se nos hizo de noche, encendimos las luces nuevamente y seguíamos pedaleando, pero hasta que a la oscuridad y cansancio de 80 kms avanzados, se nos sumó la lluvia. Comenzó tenue, así que abortamos llegar esa noche a Hornopirén, quedaban 20 kms, al ritmo que llevábamos a esa altura llegaríamos cerca de la 1 am al pueblo, mal, así que vimos unas luces a orilla de camino, era Pichicolo. 
   Pichicolo es una pequeña Bahía, donde te vuelves a encontrar el mar, queda a 17 kms de Hornopirén, a su alrededor encuentras como atractivo las Termas de Pichicolo, se ubican a unos 9 kilómetros de Hornopirén, son posones naturales en medio de densa vegetación.
    Esa noche, ya siendo pasadas las 23hrs, pedimos alojamiento en el enorme patio de una casa que estaba casi a orilla de camino, continuaba chispeando y cayendo goteras, armamos por primera vez las carpas, la aventura el primer día ya era total, mi compañero decidió dormir inmediatamente, no comió, tenía suficiente con el festín de empanadas que nos mandamos mientras esperábamos el ferry en Caleta La Arena… yo decidí hervir agua y comer, su leche con quacker, un café y a dormir, solo las bicis afuera, todo el resto dentro de las carpas, comienza a llover fuerte, no para en toda la noche, logramos conciliar el sueño, despertando a ratos por el viento, pero pusimos enormes piedras a los costados, la humedad en la mañana era solo de la condensación, las carpas Falcon 2 de Nautika se portaron impecables!

Día domingo 6 de enero,  a las 8 de la mañana ya estábamos levantando el  campamento, había que llegar a Hornopiren antes de las 10 am, esos 17 kms de pedal fueron bajo una intensa lluvia, con unas calzas largas abajo, guantes con dedos largos y un cortavientos que al final igual dejó pasar toda el agua, llegamos a Hornopirén, directo a la rampa, ahí estaba el ferry, pero ya no aceptaba más pasajeros, había otro que salía a mediodía (se refuerza con otro ferry en verano para la ruta bimodal hasta Caleta Gonzalo)… compramos nuestro pasaje que es de  $5.000.- por persona,  la lluvia continuaba con la misma intensidad, en los quioscos de madera y techados que existentes, compramos café para calentar el cuerpo, habíamos dejado de pedalear y estábamos completamente mojados, también varias porciones de Küchen… encontramos un camión que esperaba embarcarse, así que le pedimos subir nuestras bicis en la parte trasera, de manera de ahorrarnos $3.500.- que cobran adicional solo por la bici! Increíble… todo esto bajo la incesable lluvia, finalmente subimos al ferry, aseguramos las bicis con los pulpos y cubrimos con nylon las alforjas… buscamos un baño y dimos con uno muy rustico, era el que usaba la tripulación, igual me duché con agua fría y saqué toda la arena y barro de mi ropa y cuerpo, qué agradable sensación esa de estar seco y embarcado, tomando mate y comiendo! la ropa la secamos en el escape de la caldera del ferry, fue ingenioso jaja

    - La Ruta Bimodal que une Hornopirén con Caleta Gonzalo es un tramo obligado para continuar por la Ruta 7, es un paseo inolvidable a través de los fiordos, las montañas caen verticales al mar, la lluvia hace que se formen infinidad de saltos de agua, se ven canales que se abren paso en medio de gigantescas montañas, es un deleite a la vista este tramo que dura entre 4 a 5 horas desde Hornopirén hasta la rampa Leptepu, acá se continúa 10 kms por tierra para continuar por un segundo ferry que parte desde la rampa Fiordo Largo y que atraviesa el Fiordo de Reñihue, lugar recóndito donde tiene su "casita" el gringo Douglas Tompkins, hasta llegar a Caleta Gonzalo, simplemente un espectáculo de la naturaleza la llegada a este lugar. Si se tiene fortuna o qué se yo, te puedes encontrar algunas toninas jugueteando cerca del ferry. Camino por mar-tierra-mar, he ahí ruta bimodal.
 






    Siendo un largo domingo  6 de enero en la tarde habíamos llegado por fin a Caleta Gonzalo, si después del primer ferry disminuía el tráfico vehicular, esta continuación por tierra de la ruta 7 sientes realmente que estás en lo recóndito, sin señal (sólo movistar en la rampa, casi metiéndote al agua), menos con electricidad, agua caliente, qué es eso?


     Esa tarde ya, tipo 19 hrs, nos acampamos en lo que es el Parque Pumalin; este es un Parque Privado con todas las comodidades y bellezas a disposición de los visitantes, hay varios senderos bien señalizados que se internan en el bosque y te llevan a Alerces milenarios, cascadas, lagunas, volcanes (Sendero Laguna Tronador, Sendero de Los Alerces, Sendero Cascadas Escondidas, Michimahuida, entre otros) los lugares para camping son baratos y muy bien equipados, en Caleta Gonzalo viven trabajadores del Parque y te venden pan amasado y víveres básicos, también útiles de aseo, las duchas y baños impecables, el paisajismo acá es un arte que lo hace muy fácil el entorno natural.
     Hay muchas conjeturas de los motivos y del supuesto Sionismo de Douglas Tompkins. Lo cierto y lo que se ve a simple vista es que el lugar que se permite visitar está muy bien cuidado y la preocupación por la conservación se nota, qué cosas se esconden tras eso, y qué gente viene a esos lodges que solo se puede llegar por embarcación o vía aérea, vaya uno a saber, lo dejo al criterio de ustedes, pero por favor, háganselo después de visitar este parque.
    Ya armadas las carpas bajo techo (porque venían aguaceros tremendos y a veces se despejaba, en cosa de minutos) esa noche llovió sin parar, pero estábamos en nuestras carpas, bajo techo y bien abrigados, mención aparte las corbatitas con salsa tuco y queso a destajo de esa tarde noche… uff un manjar! jaja
    Al otro día, lunes 7 de enero, un buen desayuno, pan, huevo, leche, quacker y mate, alforjas listas, nubes amenazantes… comenzamos el "asalto" a Chaitén, 57 kms por delante, salimos a eso de las 11 de la mañana, con el propósito de recorrer los senderos mencionados (que ya había recorrido 2 veces años anteriores), a poco dejar atrás Caleta Gonzalo y avanzar al sur, comienza nuevamente la lluvia, pero acá es demasiado copiosa, es con frío, por lo que decidimos parar 12 kms avanzados y recorrer a orilla de camino y trotando para calentar el cuerpo, el Sendero de Los Alerces, simplemente majestuosos esos milenarios arboles. 
Volvimos a nuestras bicis que nos esperaban en el camino, la verdad no se nos calentó nada el cuerpo, seguía lloviendo, 4 kms al sur llegamos al camping de las Cascadas Escondidas, acá hay un sendero que te lleva a 2 impresionantes saltos tipo velo de novia y cascada. El camping tipo refugio es del standard de Pumalin, con baños, duchas y techo, CERO señal, menos electricidad, acá aplicamos mate, estábamos empapados, conversamos con una mujer francesa que recorría el sendero de las cascadas con su esposo y par de pequeños, es muy poca la gente que te encuentras en este sector, así que la conversación es inevitable, es bueno ese espíritu que se genera… En vista que la lluvia no daba ninguna señal de detenerse, sino aumentar, decidimos continuar, encima de mi primera capa me puse una bolsa de basura y encima el cortavientos, me puse un gorro de lana y luego el casco, la idea es que no se escape, sino mantener el calor del cuerpo, los dedos tullidos hacen casi imposible pasar los necesarios cambios! la cadena muy tensa en las cuestas y con mucha arena… cuidado con cortar cadena!
    Acá nos vimos puestos a prueba, bajo la intensa lluvia, frío y también hambre, ya que no había opción de cocinar para almorzar ni pasar otra noche en camping, una ducha caliente, un plato con mucha carne, un vino tinto y una cama acogedora era un visión que impulsaba cada pedaleada, no pasaba ningún automóvil sino hasta que empezaron a llegar los que venían de la ruta bimodal de ese lunes, eso nos decía que ya era tarde. Bordeamos primero el Lago Negro y luego el Lago Blanco, pasamos por el acceso al camping del Michimahuida, todavía en el Parque Pumalin, a medida que vas avanzando, ya te das cuenta que dejas un Parque Privado y con recursos para cuidar el paisaje, la señalética, la flora. También comienzas a quedar boquiabierto al ser testigo presencial de cómo el Volcán Chaitén arrasó con el bosque nativo, como los ríos arrastraron mucho sedimento y ceniza, es impresionante.
    - Sendero a Volcán Chaitén, unos 15 kms al norte de Chaitén empieza un sendero también en dirección Oriente unas 2 horas de subida al cráter, imperdible.
    El tramo Caleta Gonzalo - Chaitén lo haces alejado del mar, ya llegando a caleta Santa Barbara (lugar donde pretendieron frustradamente refundar Chaitén) se siente el frío más intenso, por la brisa marina, y ya no aguantábamos más, pero estábamos muy cerca de llegar a Chaitén, yo tengo más resistencia y ando más en bici que mi compañero, así que me fui adelante con todo hacia el pueblo a buscar un hostal, saqué unos 15 minutos a mi partner, y logramos encontrar un hostal en la misma avenida de la bahía de Chaitén, frente a la oficina de info turística, $10.000.- una pieza, dos camas, ducha caliente, wifi y desayuno, OK dijimos, "pero sus bicis y todo lo mojado déjenlo atrás en la bodega" nos dijo la señora, hicimos todo rápido, ya eran las 9:30 pm, fue una de las duchas más exquisitas que me dí en este viaje, al fin estábamos en Chaitén! la pieza era un tendedero de ropa húmeda, había que salir a desquitarse al pueblo y a algún restaurant, aplicamos un Barros Luco de entrada para cada uno, de fondo una chuleta doble de cerdo con arroz y 4 botellas de cerveza de litro, atendidos por una bella y sonriente chaitenina, vimos noticias de Santiago esa noche en el restaurante, jaja es divertido que la gente tenga que ver noticias de cómo capean el calor los santiaguinos que están a más de 1.300 kms de los chaiteninos…
Había que ir a dormir, y así lo hicimos.
Continuará…